Esas playas casi vacías, el mar en total calma, el agua cristalina que deja ver cómo nadan los pececillos... ¡qué gozada es solo pensarlo!
Según pasan los años me he dado cuenta de que cada vez más gente se coge las vacaciones en este mes: todavía hace buen tiempo, el agua está más fresquita, y eso se agradece porque a mi, por ejemplo, no me gusta bañarme en agua caliente, las playas están mas despejadas, se puede llegar tarde y aparcar cerca...
Las tardes de septiembre también tienen su encanto, hace más fresco cuando cae el sol y hasta se agradece el volver a querer cubrirse los hombros...
Desde que tengo a las peques en edad escolar, cuando llega septiembre me surgen sentimientos encontrados.
Por un lado, como ya he dicho, es mi mes favorito (esto no se puede discutir), es un mes perfecto para plantearse objetivos y arriesgar, donde vuelve la estabilidad que aporta la rutina de todos los días.
Por el otro, siento penita porque se acaba el verano, y las peques dejan de tener esa libertad para hacer lo que quieran, y vuelven a madrugar, a estar atareadas con las clases y las extraescolares, volverán las prisas para llegar a todos los sitos a tiempo.
A pesar de estos sentimientos contradictorios, estoy feliz, pienso disfrutar de este mes, y aprovecharlo al máximo.
Es más, me voy a sentar para redactar una lista con ideas y objetivos para hacer y, cuando pueda haré una escapada a la playa para despedirme del verano que se nos escapa de las manos.
Por un lado, como ya he dicho, es mi mes favorito (esto no se puede discutir), es un mes perfecto para plantearse objetivos y arriesgar, donde vuelve la estabilidad que aporta la rutina de todos los días.
Por el otro, siento penita porque se acaba el verano, y las peques dejan de tener esa libertad para hacer lo que quieran, y vuelven a madrugar, a estar atareadas con las clases y las extraescolares, volverán las prisas para llegar a todos los sitos a tiempo.
A pesar de estos sentimientos contradictorios, estoy feliz, pienso disfrutar de este mes, y aprovecharlo al máximo.
Es más, me voy a sentar para redactar una lista con ideas y objetivos para hacer y, cuando pueda haré una escapada a la playa para despedirme del verano que se nos escapa de las manos.
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